Está científicamente comprobado que el deporte puede cambiar el estado de ánimo y un sinfín de beneficios en el desarrollo físico, intelectual y emocional de las personas, y esto no debería de cambiar o ser diferente para las personas con alguna discapacidad, pues existen dificultades imposibles de enfrentar.
Las prótesis para correr son relativamente nuevas, estas tienen su origen en el año 1976 aproximadamente, cuando un deportista de alto rendimiento sufrió de una amputación de pierna. El corredor se dio cuenta que las prótesis ortopédicas existentes no eran las adecuadas para practicar deportes, esto lo hizo desarrollar junto con un ingeniero de compuestos aeroespaciales, una prótesis adecuada para realizar deporte.